En estos momentos de la mañana es cuando reflexiono...
¿De veras vale la pena empedarse nomas por un juego amistoso?.
El agua me sabe a Bacardi, estoy hichado como rana, estoy de malas, tengo hambre pero también asco, huelo a tubo de escape de microbus, tengo una leve sensación de que alguien me persigue, quiero una vieja, pero no la mia, me da weba el trabajo, suena el telefono y brinco, tengo calor y frio, mi estómago no pasa la verficación, y hasta los dientes me rechinan.
Lo peor viene cuando abres el celular y ves a quien le hablaste a media peda... y disculparme con una exnovia de la primaria que nunca me hizo caso y que se despertó asustada a las 3 de la mañana.
Carajo... ¿como quedó el partido?.

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