lunes, 27 de agosto de 2007

Futbol, nostalgia

Yo nací hace 25 años.

El fútbol siempre ha sido mi mayor gusto, el balón, el olor a pasto recién cortado, los rivales con cara de odio, el sol asando la piel… sudor, golpes, goles.

Para el año 1988, en la radio se escuchaban canciones de Guns´n Roses, INXS y Poison. Yo iba en 3er año de primaria, también recuerdo que el América era una máquina jugando fútbol, los Pumas tenían un bigoton que le pegaba con un tubo a la pelota, las Chivas no figuraban en nada, Hugo Sanchez rompía con la liga española…y yo estaba en las reservas infantiles del Puebla F.C.

Como tal, de niño fijé mi atención en esa franja azul.

Carlos Pobrete, Jorge Aravena, el chicharito Hernández, Gustavo Moscoso, Pablo Larios… hay muchos otros nombres que no recuerdo. Como yo estaba en ese equipo (de alguna manera), me toco un par de veces jugar en los medios tiempos, recuerdo una semifinal contra los Pumas, 4:4 quedó ese partido (el de a de veras), yo en ese medio tiempo, con el estadio lleno, anoté 3 goles, sentí que ganaba la copa del mundo… niños a final de cuentas. Aun recuerdo haber estrechado la mano de todo el equipo de primera división cuando salían al campo. Se veían enormes. La franja se me tatuaba en la piel.

Finalmente se me hizo verlos campeones, ante los Leones Negros de la UdG, aunque el Puebla ya había ganado un campeonato antes a las (muy, muy, muy diezmadas) Chivas, era la primera vez que iba a ver una final en mi –en ese entonces- corta vida. Lo vi desde una esquina del Cuauhtemoc, llegamos a las 5 de la tarde y el partido era a las 8. Desde esa hora el estadio ya estaba lleno.

Y realmente no recuerdo mucho de ese día. Solo recuerdo que vi el trofeo de la máxima división en el Cuauhtemoc, y yo gritaba mucho.

Con los años viví con la imagen del equipo con el que crecí jugando, con la playera puesta, siendo campeones, tirando rivales, siendo ganadores…

El tiempo demostró muchas otras cosas.

Dejé de jugar a nivel fuerzas inferiores, me probé en muchas ligas, y regresé a los 17 años en una selección para entrar nuevamente al Puebla. Nos eliminamos 1000 pendejos y solo 10 entramos.

Me quebraron el tobillo y deje esa esperanza para siempre. El Puebla descendió algunos años después.

La franja que llevaba tatuada ahora era una cicatriz, ahora sentía mucho mas apego a un equipo carismático, histórico, 11 jijos de la chingada de barrio que podían morirse por una camiseta, mis Chivas. Mi familia es de Guadalajara, un viaje a esa ciudad me convenció, yo soy chiva, así nací y así moriré. Aunque no puedo negar que aun hoy, siento bien gacho cuando el Puebla pierde –si, aun es ese equipo mediocre- ahora en 1ª División nuevamente –y no por mucho por lo que veo-.

Nostalgia, eso es para mi el Puebla F.C. hoy en día conozco a los hijos de varios de aquellos campeones, he estado en sus casas, he visto sus fotos, sus recuerdos, y muchas otras cosas que por suerte me ha tocado vivir.

Pero se que no se repetirá, pues para éste equipo, la suerte está echada, desde aquel 1992, que el Puebla FC, se volvió un equipo del montón.
Escrito mientras Sex Type Thing de Stone Temple Pilots sonaba en mis bocinas -probable causa de que ande valemadres -

PD: aun conservo la playera de las fuerzas infantiles autografiada por el equipo campeón de 1989 (no esta a la venta y nunca lo estará).

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